Algo esta sucediendo en todo el mundo y lo estamos viendo en las noticias a diario. Hombres, lideres se están levantando para declarar quienes son y cual es su propósito. En Iran, en Corea, Venezuela, Cuba, África, alrededor del mundo alguien desea hacer cambios no importando lo que se tenga que hacer y las vidas que cueste.
También puedo observar como la gente, el pueblo los sigue, han creído en sus discursos, su filosofía, en fin su convicción y su mensaje, a tal grado que están dispuestos a dar, sus finanzas, su tiempo, su propia vida por ellos y sus ideales.
Lo que mas me llama la atención es como cientos de miles de jóvenes, los siguen, los adoran. Han encontrado en ellos a un padre, líder, a un amigo en quien confiar.
Wow!, que tremenda fuerza tienen que hasta su propia vida dan por ellos, si tener que pensarlo. Mi pregunta es: Que tienen ellos que nosotros no tenemos? Que clase de mensaje poseen? Cual es su estrategia? Cuales son sus principios?
Aquí esta mi problema, si nosotros decimos que tenemos la verdad, porque no tenemos los mismos resultados? Creo que cada uno de nosotros deberíamos que pedirle al señor, Jesús yo deseo ese espíritu que tu tenias aun cuando estabas aquí en la tierra, voltear las mesas, escupir en el lodo, hacer las cosas que el hizo. Es tiempo de meternos en la presencia de Dios y ser llenos de valentía, coraje, ánimo, fuerza y una gran convicción de la realidad de quienes somos.
Amigo lector, atrévete y pídele a Jesús, “Señor dame ese Espíritu Revolucionario”. Vamos a reclutar a otros a enlistarse en el ejército de los revolucionarios, pero no con palabras, sino con hechos, porque es mejor imitar lo que se ve y no lo que solo se escucha. Que nos conozcan no por nuestros sueños sino por nuestros frutos.
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